El bádminton es un deporte de impacto, de cambios bruscos de dirección y saltos repetidos. Aunque esta disciplina es excelente para el cardio, solicita enormemente el sistema musculoesquelético. Para practicar durante mucho tiempo y con placer, es esencial conocer las zonas de riesgo y adoptar los reflejos de prevención adecuados.
El esguince de tobillo: el riesgo número uno
Es la lesión más frecuente en las pistas. Suele ocurrir durante un desplazamiento lateral rápido o una recepción de salto mal controlada.
La prevención: La elección del calzado es primordial. Deben ofrecer una excelente sujeción lateral y una suela antideslizante. Los ejercicios de propiocepción (equilibrio sobre una pierna) también ayudan a reforzar los reflejos de estabilización del tobillo.
La rodilla y el "Jumper's Knee"
Las zancadas hacia adelante repetitivas y los saltos imponen una presión constante sobre el tendón rotuliano. Esto puede provocar una tendinitis rotuliana.
La prevención: Es crucial no dejar que la rodilla sobrepase la línea de los dedos del pie durante las zancadas. Reforzar los cuádriceps y los isquiotibiales permite absorber mejor los impactos y proteger la articulación.
El hombro y el codo: síndromes de repetición
El brazo dominante se somete a miles de rotaciones y golpeos, a menudo con fuerza explosiva.
El hombro: Las lesiones del manguito rotador son comunes debido a la amplitud extrema del movimiento en los golpeos por encima de la cabeza.
El codo: El "codo de tenista" también puede afectar a los jugadores de bádminton, a menudo por un material inadecuado (raqueta demasiado pesada o cordaje demasiado tenso) o una tensión excesiva en el mango.
La prevención: Se recomienda encarecidamente un calentamiento específico de las articulaciones del brazo y estiramientos suaves después de la sesión.
La rotura del tendón de Aquiles
Es la lesión más grave del jugador de bádminton, y suele afectar a jugadores de más de 30 años que practican de forma intensiva. Ocurre durante un arranque brusco hacia adelante o en el impulso para un salto.
La prevención: Hidratación constante (los tendones deshidratados son frágiles) y un calentamiento progresivo de al menos 15 minutos. No hay que ignorar nunca señales de alarma como un dolor sordo en el talón al despertar.
Conclusión: escuchar a su cuerpo para durar
La mayoría de las lesiones en el bádminton provienen de una falta de preparación o de la fatiga acumulada. El descanso forma parte integrante del entrenamiento. Invirtiendo en un buen calzado, calentando seriamente y escuchando a sus articulaciones, podrá disfrutar del increíble dinamismo de este deporte durante muchos años.
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