Descubre las naciones reinas del squash, entre países históricos y nuevas potencias. Un recorrido mundial por los bastiones de este deporte tan apasionante.
Egipto: la nueva superpotencia del squash
Desde principios de los años 2000, Egipto domina ampliamente la escena mundial del squash. Con leyendas como Amr Shabana, Ramy Ashour, Nour El Sherbini y Ali Farag, el país acumula títulos mundiales tanto en hombres como en mujeres.
Este dominio se explica por una fuerte cultura del squash, una red de clubes desarrollada, programas de formación eficaces y un entusiasmo mediático que ha popularizado el deporte a gran escala. Actualmente, varios torneos internacionales se celebran al pie de las pirámides de Guiza, reforzando la imagen del país como capital mundial del squash.
Inglaterra: cuna histórica del squash
Inventado en el siglo XIX en la Harrow School de Londres, el squash está profundamente arraigado en la cultura británica. Inglaterra dominó durante mucho tiempo el deporte, gracias a campeones como Nick Matthew y Laura Massaro.
El país cuenta con una amplia red de clubes, escuelas y ligas locales, que permiten una práctica masiva tanto recreativa como competitiva. Londres acoge regularmente torneos prestigiosos como los British Open, uno de los torneos más antiguos y respetados del mundo.
Pakistán: un legado legendario
Entre los años 50 y 90, Pakistán reinó en el squash mundial gracias a iconos como Jahangir Khan (invicto durante 555 partidos consecutivos) y Jansher Khan. Su dominio absoluto marcó la historia del deporte.
Aunque la influencia de Pakistán ha disminuido en los últimos años, el squash sigue siendo un deporte respetado y practicado en el país, con una rica historia y unas infraestructuras heredadas de su época dorada.
Estados Unidos y Canadá: el auge norteamericano
En Norteamérica, el squash está experimentando un verdadero auge, especialmente en los Estados Unidos, gracias a su integración en las universidades de la Ivy League. Muchos jóvenes lo ven como una oportunidad para conseguir una beca, lo que estimula la práctica y eleva el nivel competitivo.
Canadá también cuenta con una sólida tradición con clubes históricos y jugadores competitivos. El continente norteamericano es ahora un actor clave en la organización de torneos internacionales y el desarrollo del squash.
Australia y Francia: bastiones sólidos
Australia ha producido varios campeones legendarios como Geoff Hunt y Sarah Fitz-Gerald y sigue siendo una nación respetada. Por su parte, Francia se está imponiendo cada vez más en la escena mundial gracias a figuras como Grégory Gaultier (ex número 1 mundial) y a un fuerte desarrollo del squash recreativo.
Ambos países apuestan por infraestructuras de calidad y una formación sólida, que garantizan un futuro prometedor para este deporte.
En resumen
Ya sea por su historia, su red de clubes o sus campeones icónicos, estas naciones han hecho brillar el squash. Si hoy Egipto domina las clasificaciones, otros países siguen aportando y, quién sabe, tal vez mañana otras naciones alteren este ranking.
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