El pádel es, sin duda, el deporte de raqueta de moda. Su ambiente amigable, su accesibilidad y su dinamismo atraen cada vez a más jugadores. Pero antes de lanzarte a la pista, surge una pregunta legítima: ¿cuánto cuesta realmente practicar pádel? Entre el alquiler de pistas, el equipamiento y las posibles clases o abonos, repasemos los gastos que hay que prever.
El coste de la práctica ocasional: el alquiler de pista
El principal gasto para un jugador de pádel ocasional es el alquiler de la pista. El pádel se juega entre cuatro, por lo que el coste suele dividirse entre los jugadores.
Tarifas por hora: Los precios varían considerablemente según la ubicación geográfica, el tipo de club (privado, asociativo), la hora del día (horas valle o punta) y el día de la semana.
En horas valle: calcula entre 20 € y 30 € la hora y media por pista de media.
En horas punta: los precios suben entre 30 € y 45 €, o incluso más en grandes ciudades o clubes de alta gama.
Coste por jugador: Si la pista cuesta 30 € por 1h30, esto supone 7,50 € por persona por la sesión. Un precio muy asequible para una actividad deportiva en grupo, ¡siempre que estés en el país adecuado!
Porque aquí lo que destaco es una media basada en las tarifas de los diferentes países de Europa. Sin embargo, algunos tiran los precios hacia arriba y otros hacia abajo.
Para dar algunos ejemplos, en Londres, Reino Unido, el alquiler de una pista cuesta una media de 60 €, siendo el país donde el pádel es actualmente más caro en Europa, seguido de cerca por Irlanda, Suiza, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia. Esto se debe, en particular, a la falta de infraestructuras y al precio del m² de terreno.
No es de extrañar que el país más asequible sea España, con una media de 15 €.
La inversión inicial en equipamiento: pala, pelotas y zapatillas
Para empezar a jugar al pádel, es necesaria una inversión mínima en el equipo básico.
La raqueta (pala): Es el elemento más caro, aunque también depende de tu nivel y de tu presupuesto. Una pala cuesta de media entre 50 € y 300 € y puede llegar hasta 500 € para los modelos más exclusivos.
Las pelotas de pádel: Son específicas para la práctica ya que son diferentes de las pelotas de tenis clásicas (menos presurizadas). Un tubo de 3 pelotas cuesta entre 5 € y 8 € y dura una media de 3 a 5 partidos.
Las zapatillas de pádel: Son necesarias y cuestan entre 60 € y 200 €. Evita las zapatillas de running, que no son adecuadas y aumentan el riesgo de lesiones.
Indumentaria: Una ropa deportiva clásica es suficiente; no es necesario invertir en un atuendo específico, aunque puede ser un plus en términos de comodidad.
Los costes adicionales y las oportunidades de ahorro
Más allá de la práctica ocasional, otras opciones pueden influir en tu presupuesto de pádel.
Las clases de pádel: Para progresar rápidamente, se recomienda tomar clases.
Clases colectivas: Generalmente entre 15 € y 25 € por persona por una hora o una hora y media.
Clases individuales: Más caras, entre 40 € y 60 € por hora.
Los torneos: Participar en torneos amateurs cuesta entre 20 € y 35 € por persona para una competición de un día o un fin de semana.
El overgrip: Piensa en cambiarlo regularmente ya que se desgasta bastante rápido y tu agarre de la raqueta se vuelve resbaladizo. Calcula unos 2 € / por grip.
Conclusión: un deporte accesible según la práctica.
El pádel ofrece cierta flexibilidad en cuanto a presupuesto. Si bien la inversión inicial en una raqueta y unas buenas zapatillas es previsible, el coste por partido sigue siendo razonable según tu país. Tanto si eres un jugador ocasional que alquila pistas por horas, como un apasionado que desea abonarse y tomar clases, existen opciones para todos los presupuestos. Lo esencial es encontrar la fórmula que se adapte a tu frecuencia de juego y a tus deseos para disfrutar plenamente sin arruinarte. A medida que la práctica se extienda, los costes deberían bajar en los países donde la media es más alta, ¡no pierdas la esperanza si vives en Londres, por ejemplo!
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