Wimbledon es mucho más que un simple torneo de tenis. Es una institución, un lugar donde la tradición y la elegancia se mezclan con la intensidad de la competición. Único Grand Slam que se juega sobre hierba, este torneo londinense cautiva al mundo entero cada verano. Descubre su historia única, sus tradiciones emblemáticas y las anécdotas que han forjado su leyenda.

Los Orígenes de un Torneo Mítico

La historia de Wimbledon comienza en 1877 con la primera edición del Campeonato de Tenis sobre Hierba, organizado por el All England Croquet and Lawn Tennis Club. En ese entonces, solo estaba programado el individual masculino, pero las reglas establecidas para la ocasión sentarían las bases del tenis moderno. Este evento marca el nacimiento del torneo de tenis más antiguo y respetado, con la hierba como superficie emblemática desde sus inicios.

El Desafío de la Hierba y sus Leyendas

La superficie de juego de Wimbledon es un elemento clave de su identidad. El césped, cortado a 8 mm, ofrece un rebote bajo y rápido, favoreciendo un juego ofensivo y exigiendo aptitudes específicas. Este mantenimiento meticuloso garantiza una calidad de juego óptima. Históricamente, esta superficie ha coronado a leyendas del saque y volea y a jugadores con golpes potentes, como Pete Sampras o Roger Federer en hombres, y Martina Navratilova en mujeres, verdaderos maestros de la hierba.

Las Tradiciones Emblemáticas: El Alma de Wimbledon

Wimbledon se distingue por su apego inquebrantable a costumbres únicas que forjan su identidad.

• El código de vestimenta blanco: La regla más famosa. Todos los jugadores deben vestir un atuendo casi completamente blanco, simbolizando pureza y elegancia.
• Las fresas con nata: Una tradición culinaria icónica. Toneladas de fresas frescas se degustan con nata, un ritual sabroso arraigado desde los inicios del torneo.
• La ausencia de publicidad: A diferencia de otros eventos importantes, las pistas de Wimbledon están prácticamente desprovistas de logotipos de patrocinadores, preservando así su imagen clásica e intemporal.
• El saludo al "royal box": Hasta 2003, los jugadores debían inclinarse o hacer una reverencia al "royal box" (palco real) al entrar y salir de la Centre Court. Aunque esta regla se ha flexibilizado, el respeto hacia la realeza sigue siendo palpable.

Conclusión: El Eterno Encanto de Wimbledon

Wimbledon es mucho más que un torneo; es una celebración del tenis, de su historia y de sus valores. Entre sus tradiciones inmutables, el desafío único de su hierba y los momentos de leyenda que se escriben allí cada año, el más antiguo de los Grand Slams sigue fascinando. Su encanto atemporal lo convierte en una cita ineludible.