El pickleball ha conquistado el mundo por su facilidad de acceso y su carácter lúdico. A menudo presentado como una alternativa suave a los deportes de raqueta más intensos como el tenis, atrae a jugadores de todas las edades. Y es un hecho: gracias a su pequeña superficie de juego y a la ligereza de su pelota, el pickleball ejerce generalmente menos presión sobre el cuerpo. Pero aunque se considera un deporte de bajo riesgo, pueden ocurrir algunas lesiones, a menudo por falta de preparación o una técnica deficiente. Aquí tienes un resumen de los riesgos que debes conocer para jugar con total seguridad.
Un deporte de raqueta de bajo impacto
La reputación del pickleball como deporte de bajo impacto no es inmerecida, y se debe a varios factores:
La cancha: La cancha de pickleball es mucho más pequeña que una de tenis, lo que significa menos carreras largas y sprints. Los desplazamientos son en su mayoría laterales y cortos, lo que reduce la presión sobre las rodillas y los tobillos.
La pelota: La pelota de pickleball es de plástico, está perforada y es mucho más ligera que una pelota de tenis. Viaja más lentamente, lo que da a los jugadores más tiempo para reaccionar y reduce el choque en el impacto en el brazo.
La pala: Aunque es sólida y sin cuerdas, la pala es ligera y está diseñada para golpes a baja velocidad, lo que no provoca las mismas vibraciones que las raquetas de tenis que absorben la potencia de los golpes.
Las lesiones más comunes en el pickleball
A pesar de sus características, el pickleball no está exento de riesgos. Los movimientos cortos y bruscos pueden causar problemas, especialmente para los jugadores que no están bien preparados.
Las lesiones por sobrecarga: Una de las lesiones más comunes es el "codo del pickleball" (similar al codo de tenista). Se debe a la repetición de los golpes y a la falta de flexibilidad de la pala. También pueden aparecer dolores en el hombro y la muñeca por las mismas razones.
Las lesiones relacionadas con movimientos bruscos: Los cambios de dirección rápidos, las paradas repentinas y los giros sobre la arena o las rodillas pueden provocar esguinces de tobillo y distensiones.
Las caídas: Las caídas debido a un desequilibrio, una mala estimación de las distancias o un suelo resbaladizo pueden causar lesiones en las rodillas o las muñecas.
Cómo prevenir las lesiones: los consejos esenciales
La buena noticia es que la mayoría de las lesiones en el pickleball se pueden evitar siguiendo algunas reglas básicas.
El calentamiento: Antes de jugar, calienta durante 5 a 10 minutos. Haz rotaciones de hombros, muñecas, zancadas y sentadillas para preparar tus músculos.
El equipo adecuado: Invierte en buenas zapatillas diseñadas para deportes de raqueta. Ofrecen un soporte lateral indispensable para los movimientos de lado a lado.
La técnica: Aprende los gestos correctos. Golpea la pelota con todo tu cuerpo y no solo con el brazo.
Escuchar a tu cuerpo: No juegues si sientes dolor. Es preferible tomarse un descanso que agravar una lesión.
El fortalecimiento muscular: Trabaja regularmente el fortalecimiento de los brazos, las piernas y el tronco para mejorar tu estabilidad y tu potencia de golpeo.
Conclusión: un deporte seguro, si se es prudente
El pickleball es un deporte fantástico, amigable y generalmente seguro, especialmente para los jugadores mayores. Su bajo impacto físico es una ventaja innegable para la salud. Sin embargo, la prevención es clave. Calentando correctamente, teniendo un buen equipo y escuchando a tu cuerpo, minimizarás los riesgos y podrás disfrutar plenamente de cada partido.
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